Lisboa es un destino turístico y de autocaravanas cada vez más popular por su clima mediterráneo y las costas en el océano Atlántico. A pesar de ser la capital y la ciudad más grande de Portugal, Lisboa es todavía bastante pequeña en comparación con otras capitales europeas, lo que la hace perfecta para explorar a pie una vez que haya estacionado su autocaravana. Las encantadoras callejuelas, historia abrumadora y cultura contemporánea le dan vida propia a esta ciudad bañada por el sol.

Es fácil llegar desde Lisboa hasta la increíble
costa de Algarve que se encuentra al sur, o hasta la encantadora ciudad de Porto ubicada al norte. Además es muy fácil dirigirse a España con su autocaravana de alquiler.

 

La ciudad iluminada

Hay innumerables cosas por hacer en el tesoro escondido que es Lisboa: las compras sencillas y las visitas turísticas en una ciudad moderna, tomar el sol en una de las hermosas playas, descubrir las maravillas de mitad del siglo XI, o irse de fiesta hasta las primeras horas de la madrugada.

Portugal es el país más antiguo de Europa y se siente orgullosos de su herencia. Los edificios están bien conservados y sus muchas catedrales son como museos por si mismas. La catedralmuestra artefactos y tesoros de los siglos XII y XIII. Vale la pena echar un vistazo a la custodia adornada con diamantes y esmeraldas ubicada en el piso superior. El Monasterio de los Jerónimos fue construido en el siglo XVI para celebrar el imperio del rey Manuel I. El edificio de piedra caliza se extiende a lo largo de la plaza.

La Torre de Belém es un icono y símbolo de la era de los descubrimientos, y se encuentra ubicada a un lado del monasterio. Se le considera patrimonio de la Humanidad por la importancia que guarda para la historia. Se dice que la Estación de Oriente, la estación de trenes en Lisboa, es una de las más innovadoras de Europa: asegúrese de admirar el diseño de Santiago Calatrava.

Pasee por las sinuosas calles medievales del barrio más antiguo de Lisboa, el Alfama, para llegar hasta un antiguo castillo que data del siglo IX. El Castillo de San Jorge está en la cima de una colina y ofrece vistas a la ciudad.

Considerando que el océano Atlántico está tan cerca, es una buena idea pasar a la playa. Tome el tren a Cascais, el cual sale cada 15 minutos, y diríjase al océano. Carcavelos queda de camino y es la playa favorita de Lisboa, pero siga avanzando hasta llegar a Cascais y explore este pueblito de playa.

Lisboa tiene una animada vida nocturna. Si quiere conocer lo tradicional, puede escuchar la música folclórica de Portugal en el Clube de Fado, en donde encontrará además fantástica cocina portuguesa. Si tiene ganas de pasar una gran noche, diríjase a Bairro Alto. En este barrio casi todas las casas o negocios se convierten en bares por la noche.

 

En dónde hospedarse

Campamentos y bungalows en Lisboa

Lisbon Camping & Bungalows se encuentra a menos de 20 kilómetros de la playa y cuenta con dos piscinas.  Cuenta con acceso directo a una reserva natural, con áreas planas y bien sombreadas. Explore los bosques densos y hágase amigo de las simpáticas ardillas.

Hospedarse en Quinta da Cerejeira es como escapar a un oasis de tranquilidad y hospitalidad. Es un lugar agradable para las vacaciones en familia, pues está rodeada de la naturaleza y de la amable forma de vida portuguesa.

Silveira, una vieja casa de labranza con un hermoso campamento entre las montañas y el mar, se encuentra a poco más de una hora de distancia desde Lisboa.

A tan solo 30 kilómetros de Lisboa, Swindon Camping ofrece una base perfecta para realizar viajes de un día en toda la zona. Tanto la playa como las montañas están a menos de una hora en carretera.

 

Desde mariscos hasta platos tradicionales

No se puede negar que los portugueses disfrutan de lo dulce. Visite la Confitería de Belém para probar los pastelitos de nata más famosos de la ciudad. Aunque se venden en todos lados, la pastelería cerca del Monasterio de los Jerónimos ofrece una que recordará por muchos años. Ginja Sem Rival ofrece otro icono nacional – el licor de guindas. La bebida tiene un olor muy fuerte, pero la que ofrece el pequeño bar cerca del Teatro Nacional es una delicia.

Largo Restaurante combina con éxito lo antiguo y lo nuevo, al presentar lo tradicional en una forma contemporánea. Es una comida para derrochar, pero bien vale la pena. Si quiere disfrutar de los platillos de pescado más frescos, la mejor opción es el Restaurante Doca Peixe en el Muelle de Santo Amaro. Decida la forma en que quiere que cocinen su pescado y relájese mientras observa el mar.

El área de comidas en el Mercado da Ribeira, el mercado de comida fresca más grande de la ciudad, es uno de los lugares favoritos de los habitantes de Lisboa. Quesos, jamones, café, latas de sardinas, vino y chocolate − todos compitiendo por ganar su paladar en uno de los 35 quioscos del lugar. Los cocineros del mercado preparan platillos bien logrados a partir de los cinco euros.

Si lo que busca es una terraza en la azotea que ofrezca espectaculares vistas panorámicas, el mejor lugar es encontrar un pequeño restaurante junto al mar. Atira-teao Rio cuenta con un menú decente, y sus mesas y sillas iluminadas por antorchas están instaladas junto al agua.

 

Temperaturas en aumento

Las épocas más populares para visitar Lisboa son de marzo a mayo o de septiembre a octubre, cuando las temperaturas son todavía cálidas pero sin el ajetreo del verano. Incluya algunos días en la playa, con suficiente tiempo para extender su toalla en la arena. El verano en Lisboa presenta temperaturas altas y costas atiborradas, mientras que los inviernos son más frescos pero relativamente cálidos para el resto de Europa.