De Queenstown a Nelson: Una odisea por la costa oeste

Existen muchas maneras diferentes de experimentar a Nueva Zelanda, pero cuando se trata de conocer en verdad al país y de empaparse con todo lo que esta pequeña y compacta nación tiene para ofrecer, no hay mejor forma para viajar que recoger una camioneta camper de alquiler en Nueva Zelanda y comenzar el trayecto en la libertad de las carreteras serpenteantes de Aotearoa. Por supuesto, es una enorme responsabilidad ser el que decide en dónde hospedarse y qué cosas hacer,  es por ello que estamos aquí para quitarle ese peso de sus hombros. Vea lo que usted guste y quédese donde mejor le parezca y, con algunas sugerencias de los expertos, esa libertad puede convertirse de una carga potencial ¡en un bufet de experiencias!
 

Queenstown

Descubrir Queenstown es como encontrarse con una instantánea quintaesencial de todo lo que la Isla Sur de Nueva Zelanda tiene para ofrecer. Refugiada entre los picos escarpados de The Remarkables y las orillas del sereno lago Wakatipu, este es el máximo destino digno de una postal. No son solo las apariencias: Queenstown tiene un cúmulo de experiencias que le esperan a los vacacionistas de todo tipo.
 
Hay una razón por la que apodan a esta ciudad la capital mundial de Nueva Zelanda. ¿No le es suficiente con admirar el majestuoso escenario? Quizás le gustaría más pasear por encima de él. Si este es el caso, Queenstown tiene muchas aventuras para usted. Para aquellos con ganas de tirarse a si mismos de algún lado, tendrán muchas opciones en lo que a sitios de puentismo se refiere alrededor de Queenstown: para gozar de una verdadera experiencia llena de adrenalina, ninguna puede superar a Nevis Bungy. Este el el lugar para puentismo más alto en el país, con una altura de 134 metros. Esto se traduce en ocho segundos y medio de caída libre pura, suficiente tiempo para mirar a los lados y sentir cómo se sumerge por el cañón. El paracaidismo es también popular ya que los aventureros gozan de una vista perfecta mientras caen (y después planean) hacia el hermoso paisaje que hay abajo. Si las alturas no son lo suyo, de todas formas puede experimentar con su lado salvaje al ir río abajo en los rápidos mientras está a bordo de un bote inflable, o agarrarse con fuerzas mientras el bote jet navega y toma vueltas cerradas. Esto apenas alcanza a rascar la superficie de las atracciones que hay en Queenstown para los adeptos a la adrenalina: la mejor manera es ir hasta allá ¡y descubrirlo por usted mismo!
 
Algunas ciudades pequeñas pueden presentar problemas para las familias pues no hay muchas cosas para que los niños hagan o vean, pero Queenstown no es uno de ellos. El Kiwi Birdlife Park es el lugar perfecto para que los niños conozcan a la escurridiza ave kiwi en las casas nocturnas especialmente construidas por el parque. Pregunte al equipo para conocer las horas de alimentación, en definitiva vale la pena estar ahí en esos momentos. Pero hay muchas más cosas en el parque además del ave nacional de Nueva Zelanda. Existen docenas de diferentes especies nativas por descubrir, incluyendo la tuátara: un reptil extremadamente raro, más antiguo que los dinosaurios. Si sus niños necesitan de algo un poco más activo para mantenerse ocupados, pruebe el Alpine Aqualand en el Centro de Eventos de Queenstown. El domingo es un día propicio para visitar el Alpine Aqualand: diríjase ahí entre el mediodía y las 4 pm, para que los niños puedan disfrutar de una carrera con obstáculos inflables gigantes mientras usted se relaja durante la hora de la comida.
 
Si todo lo que usted quiere de esta parte del viaje es relajarse y socializar en uno de los mejores lugares del planeta (lo cual, por casualidad, suena como una idea brillante) entonces Queenstown estará feliz de recibirle. Aquí, los restaurantes son de clase mundial, y tienen que serlo debido a la enorme cantidad de visitantes internacionales que llegan a la ciudad, ofreciendo una extensa selección de opciones de cocina para el paladar exigente. Y si está buscando algo que le llene el estómago y de alegría a sus papilas gustativas sin romper sus finanzas, Queenstown lo tiene también. Por ejemplo, Fergburger es conocido a nivel nacional como uno de los mejores lugares de hamburguesas de todo el país: incluso si usted no es un aficionado a las hamburguesas, vale la pena probarlas. Créame.
 
Aquellos que no pueden esperar para conocer la vida nocturna de Queenstown no quedarán decepcionados. Los bares de hielo son un favorito particular para muchos (si, están hechos de hielo de verdad) mientras que otros prefieren los locales más discretos de cerveza artesanal boutique o hacer la fiesta con gente de todo el planeta en los clubes nocturnos de la ciudad.
 
Podría pasarse años explorando Queenstown y todos sus secretos, pero tiene todo un viaje por carretera frente a usted y llegará el momento en que tenga que seguir adelante, sin importar lo mucho que quiera quedarse para siempre. No se preocupe, la Isla Sur le tiene reservados muchos otros lugares hermosos para usted.
 
De hecho, a tan solo una hora de camino se encuentra Wanaka, en cierta forma una imagen espejo de Queenstown: otro pintoresco pueblo en las orillas de un hermoso lago.
 

Wanaka

Con el Parque Nacional Mt. Aspiring y Treble Cone en la parte noroeste y Cardrona al sur, las maravillas naturales parecen rodear a Wanaka. Dependiendo de la época del año en que lo visite, este podría ser el núcleo ideal para aquellos que tienen ganas de sentir el polvo fresco de las pendientes de esquí. Tanto Treble Cone como el Cardrona Alpine Resort, pistas de esquí con una reputación internacional brillante, se encuentran a un corto trayecto de 35 minutos de distancia, lo que permite que los esquiadores puedan ir y regresar el mismo día.
 
Justo a los pies del Parque Nacional Mt. Aspiring, Wanaka es la puerta de entrada a geniales campos de esquí, picos majestuosos y bosques de abundante follaje. Este pequeño pueblo de Nueva Zelanda tiene muchos puntos de interés: si tiene tiempo, deténgase y disfrute de todo lo que Wanaka tiene para ofrecer. El esquí es Wanaka es extremadamente popular: el Cardrona Alpine Resort y Treble Cone se encuentran a 35 minutos de camino, y ambos tienen una reputación estelar entre los esquiadores residentes y los internacionales.
 
Para una experiencia completamente única en Wanaka, visite el Stuart Landsborough’s Puzzling World. Tanto niños como adultos encontrarán que la fascinante mezcla de ilusiones ópticas, acertijos lógicos y rompecabezas son intrigantes y reveladores: sin importar su edad, seguro que tendrá más de una ocasión en la que simplemente no podrá creer lo que ven sus ojos.
 
Una institución cultural en Wanaka que no querrá dejar pasar es el Cinema Paradiso. Incluso aunque no tenga películas que le emocionen, no deje de visitarlo. ¿Qué tiene de especial esta sala de cine? Es la oportunidad de ver una película sentado en un coche antiguo, por ejemplo. O en un reclinable  o en un sofá. ¿Quién necesita filas idénticas de asientos cuando se puede seleccionar de opciones más eclécticas (y cómodas)? Y aquí está la sorpresa: a mitad de la película, tienen un intermedio ¡en donde venden helado y galletas recién horneadas!
 
Si tiene en mente algo menos sedentario para pasar su tiempo en Wanaka, seguro que no le faltarán opciones. Existen abundantes oportunidades como volar cometas, bicicleta de montaña, senderismo y esquí, todas a una corta distancia desde Wanaka. Y aunque Wanaka no es una parada programada en este itinerario, recuerde lo siguiente: usted está viajando en una autocaravana y tiene la flexibilidad de modificar sus planes para gozar de la mejor experiencia posible.
 
Al dejar Wanaka, conducirá a lo largo de las orillas tanto del lago Wanaka como del lago Hawea antes de dirigirse directo al corazón del Parque Nacional Mt. Aspiring. Ni siquiera tendrá que mirar detenidamente para capturar todas las maravillosas oportunidades de tomar fotos a lo largo del camino: el reto más grande será contener las ganas de detenerse para tomar una y otra foto a cada vuelta del camino. Siempre y cuando pueda lograr esto, debería permitirse tiempo suficiente para llegar a su último destino del día, más allá del lado más alejado del Parque Nacional: Haast.

Al dejar atrás a Queenstown y Wanaka, podría pensarse que cualquier cosa que venga después será una decepción... pero estará bien equivocado. No hay duda alguna que los lugares que han quedado atrás permanecerán en su memoria por muchos años más, pero justo frente a usted le esperan algunas de las maravillas naturales más impresionantes de Nueva Zelanda, así que siéntase en su derecho de estar emocionado con las aventuras por venir.
 

Haast

Al tiempo que las actividades de aventuras y un escenario sorprendente son los puntos fuertes de Queenstown, Haast se enorgullece de su vida salvaje y de su entorno natural puro. The Gates of Haast, o Las Puertas de Haast, son el área extensa alrededor del municipio, y han sido clasificadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No es de sorprenderse: además de las actividades en exteriores, Gates of Haast es uno de los mejores lugares en el país para ver algunas de las criaturas menos comunes de Nueva Zelanda. Tome un recorrido guiado comenzando desde Haast para ver a los pequeños pingüinos azules, lobos marinos, delfines de Hector y al que quizás es el pingüino más raro en el mundo: el pingüino de Fiorland.
 
Sin embargo, la única forma verdadera de entender la majestuosidad del paisaje de la costa oeste es tomar un vuelo escénico sobre la región. Greenstone Helicopters lleva a aquellos que buscan la máxima experiencia escénica sobre varias localidades, desde los glaciares Franz Josef y Fox hasta Milford Sound y Mt. Cook.
 

El camino desde Haast

Una vez que haya comenzado a conducir al norte desde Haast, habrá comenzado en serio su jornada por la costa oeste. Esta región en en verdad sorprendente, con los Alpes del Sur a su derecha y el océano que se extiende a su lado izquierdo. Esta es reconocida mundialmente como una de las líneas costeras más hermosas de la Tierra, así que incluso entre un destino y otro podrá gozar de vistas sin igual. Busque el Knight’s Point Lookout, a tan solo 20 minutos de Haast. Concédase un respiro para admirar las vistas y la brisa del mar antes de alejarse de la costa por un rato.
 
Pronto se encontrará con una joya escondida: el lago Moeraki. Si hace el viaje entre julio y noviembre, esto es algo que no querrá dejar pasar, pues es su mejor oportunidad para observar al raro y fugaz pingüino de Fiorland. Si puede programar su visita para el final de la tarde o muy temprano por la mañana, es el momento ideal para contemplar a estas preciosas aves.
 

Glaciar Fox

No tendrá que alejarse mucho desde el lago Moeraki antes de encontrarse con el primero de los dos gigantes de hielo que verá en su jornada: el Glaciar Fox. La mayoría de las personas solo visitan uno de los dos, entre el Fox y el Franz Josef: no son exactamente iguales, pero ofrecen experiencias similares. El glaciar Fox no tiene pendientes tan desafiantes como las del Franz Josef y es un poco más largo, pero el Franz Josef... bueno, el Franz Josef tiene sus propios encantos.

Es fácil olvidar lo alucinantes que son los glaciares hasta que está de hecho caminando sobre uno. Después de todo, estos son enormes ríos de hielo que no dejan de cambiar, torcerse y fluir (incluso si esto lo hacen con lentitud) hacia el nivel del mar. Las grietas gigantes y las complejas cavernas de hielo son creadas por el movimiento del glaciar, lo que les da incluso más personalidad a este titánico fenómeno natural. Y ahora usted tiene la oportunidad de acercarse al glaciar más famoso de Nueva Zelanda.
 
 
Franz Josef

Ha llegado finalmente al que será sin duda uno de los puntos cumbre de su viaje: la imponente maravilla natural que representa el glaciar Franz Josef. El asentamiento más cercano, el pequeño pueblo de Franz Josef, tiene solo una población permanente de trescientas personas, pero no se preocupe: Franz Josef está bien equipado para dar alojamiento a los visitantes en autocaravana, ofreciendo una selección de dos parques vacacionales de alta calidad: el parque vacacional Franz Josef TOP 10, tradicionalmente neozelandés, y el parque vacacional Rainforest, rodeado de espesa vegetación nativa.
 
Dejando de lado el tema del hospedaje, hay algunas maneras diferentes de acercarse al glaciar Franz Josef. Aunque puede caminar por el valle hasta llegar al glaciar, no se le permitirá escalar un la cara de este, debido a la superficie inestable que lo hace demasiado peligroso de explorar. La mejor forma de caminar sobre el hielo del Franz Josef es unirse a un recorrido guiado y tomar un paseo en helicóptero hasta el glaciar. El recorrido le permitirá no solo caminar a lo largo del mismo glaciar sino también explorar los azules profundos y serpenteantes de las místicas cuevas de hielo del glaciar. Cuando haya visto todas las maravillas congeladas del Franz Josef, podrá cerrar la experiencia relajándose con un chapuzón en una de las piscinas termales de la localidad, rodeadas del bosque lluvioso nativo.
 
Para obtener la máxima experiencia escénica, usted podrá decidir tomar un vuelo extendido en helicóptero que pasa sobre los glaciares, en lugar de solo detenerse sobre uno de ellos. Si está dispuesto a pagar un poco más para gozar del escenario, esto es lo ideal para usted.
 
Aunque las cuevas y las extensiones heladas del Franz Josef en Nueva Zelanda permanecerán sin duda en su memoria por los años venideros, pronto tendrá que seguir con su camino: dejando al glaciar atrás y completando el viaje de 2 horas hasta Hokitika, un antiguo pueblo de la fiebre del oro en la costa oeste.

Desde el fascinante encuentro gastronómico que representa el Wildfoods Festival de Hokitika hasta los géiseres y focas en las Pancake Rocks, esta parte de su viaje coloca un variado bufet de experiencias ante usted, permitiéndole escoger las que llamen más su atención.
 
 
Hokitika

Fundada por los mineros del oro que llegaron en búsqueda de la riqueza durante la fiebre del oro de Nueva Zelanda en los años de 1860, Hokitika se convirtió en un núcleo para la industria de oro de la costa oeste. A partir de ese momento y desde que las industrias originales de oro, jade y carbón disminuyeron su actividad, el pueblo se ha adaptado para brindar un rango de opciones de ecoturismo y es un centro bien conocido para el arte de la talla de jade. Los visitantes encontrarán sin problema los lugares para camionetas camper en Hokitika: el parque vacacional Hokitika ofrece un excelente campamento pequeño con instalaciones apropiadas para los viajeros de camioneta camper,
 
Hay un evento en particular por el cual Hokitika es famoso en todo el país y es un festival que no debería perderse si visita el área alrededor del mes de marzo. El Wildfoods Festival del pueblo ofrece comidas que vienen directamente de la naturaleza, ya sea mariscos extraídos de las olas de la costa oeste o carne de venado y jabalí encontrados en la maleza de Nueva Zelanda. El Wildfoods Festival tiene la reputación de servir platos curiosamente extraños, desde los gusanos de Nueva Zelanda hasta bocados más exóticos como chapulines y escorpiones. Podría sonar extraños, pero mucha gente cuerda ha encontrado sus nuevos platillos favoritos en este festival único. Pero si usted es de los que se sienten más cómodos mirando a los bichos en lugar de comerlos, Glowworm Dell (o el Valle de las Luciérnagas) justo en la parte norte del pueblo saliendo de la carretera, será una excursión nocturna muy divertida. Esta atracción luminosa no tiene costo alguno y no es difícil llegar a ella: solo debe llevar una linterna para recorrer sin problemas el corto trecho hasta el valle.
 

Greymouth

A tan solo una hora por carretera se encuentra Greymouth, el lugar más grande en la región de la costa oeste. Si acaba de salir de Hokitika es poco probable que quiera detenerse aquí por mucho tiempo, pero aquellos que quieran quedarse un poco más o disfrutar de todo lo que Greymouth tiene para ofrecer, hay un par de cosas por considerar. Monteith's es una de las cervecerías más conocidas en Nueva Zelanda y es en Greymouth donde comenzó como una pequeña empresa familiar. Aunque mucha de la producción cervecera se hace ahora en otros lugares, la cervecería original reconstruida todavía está aquí y ofrece recorridos con muestras generosas de las cervezas Monteith's. Si lo que busca es un poco de aire fresco, le vendrá perfecta una caminata al lado del río en Mawhera Quay: sea que tome un paseo de 10 minutos o continúe hasta el rompeolas y Blaketown Beach, seguramente regresará renovado y listo para la siguiente parte del viaje.
 

Pancake Rocks (Rocas de crepes)

A 40 minutos por la Autopista Estatal 6 desde Greymouth se encuentra la pequeña comunidad de Punakaiki. Este es el tipo de lugar que normalmente pasaría por alto: si parpadea, se lo pierde. Pero asegúrese de estar al pendiente de este pueblo, ya que al sur del lugar se encuentra una de las atracciones turísticas más queridas de Nueva Zelanda. Pancake Rocks son una colección de formaciones de piedra caliza muy erosionadas en donde el mar impacta a través de los agujeros en las rocas y hace que disparen espectaculares chorros de agua hacia el cielo. Las rocas obtienen su nombre del efecto en capas de la piedra caliza. Hay diferentes pasajes, algunos de ellos accesibles para sillas de ruedas, que le permiten acercarse a las rocas: ¡pero prepárese para mojarse si las visita durante la marea alta!
 
A menos de una hora al norte de Punakaiki se encuentra su parada final del día: cambie de la Autopista Estatal 6 a la 67 y siga los señalamientos hasta Westport.

Usted no había tenido tantas oportunidades de emociones desde que dejó Queenstown. Y para aquellos que disfrutan de un viaje más sedentario, el vino, las playas y los tranquilos paseos por el bosque del área de Nelson son la manera perfecta de relajarse a medida que se acerca el fin de su viaje.
 
 
Westport

Westport tiene una historia similar a la de Hokitika (y a la de muchos otros pueblos de la costa oeste) en cuanto a sus orígenes como un asentamiento de búsqueda de oro antes de cambiar su enfoque hacia la minería de carbón. Terminados aquellos días, el pueblo es un centro para las actividades de aventura y ecoturismo.
 
Una de las más grandes atracciones turísticas de Westport son las cuevas, con opciones que van desde aventuras tipo expedición, hasta una experiencia mucho más suave en donde flota a través de cavernas iluminadas por luciérnagas y pasa por bosques de estalagmitas y estalactitas. Si no le llama la atención visitar los subterráneos, diríjase 15 minutos al oeste del pueblo para experimentar Cape Foulwind Walkway (Pasarela peatonal del Cabo del Mal Viento). Aunque obviamente el capitán James Cook tuvo un problema con el lugar cuando lo nombró así, es difícil entender el porqué. La caminata brinda la oportunidad de pasear por una hora y media de ida y vuelta, cruzando las colinas ondulantes entre Lighthouse Road y Tauranga Bay. Hacia el extremo sur de la pasarela se encontrará con una colonia de lobos marinos de hasta 200 integrantes, por debajo de la ruta costera.
 

Murchison

Al volver a la Autopista Estatal 6 hacia Nelson, usted se encontrará con el pueblo de Murchison, a menos de una hora y media por carretera. Los buscadores de emociones harán bien en detenerse aquí: tan solo las actividades alrededor del puente giratorio de Buller Gorge valen el tiempo. La Comet Line es una tirolesa de 160 metros de longitud que lo impulsa a través del río Buller a altas velocidades: ¡incluso hay una opción en tándem que va más rápido que eso! Pero para aquellos que en realidad quieran quitarse el modo de entrenamiento, existe el paseo 'Supaman', que lo lanza por los aires para un viaje sin asiento y lleno de adrenalina. El Buller Canyon Jet es también conocido por sus fuertes emociones. Súbase a bordo de un bote jet Chevy V8 y sienta las carreras mientras viaja por los cañones en el río Buller, a velocidades de hasta 85 kph. Es una experiencia de duración apropiada, de poco menos de 40 minutos ¡de intensa emoción!
 
Cuando haya cumplido sus sueños de aventuras, tome de nuevo la carretera una última vez para cubrir la hora y 45 minutos finales hasta Nelson.
 

Nelson

Existen incontables lugares para disfrutar de unas vacaciones gloriosas en Nueva Zelanda, pero Nelson es, sin duda, entre los mejores de ellos. Es una de las ciudades más soleadas del país, rodeada de una multitud de viñedos y bodegas, y está a la entrada de algunas de las rutas de senderismo y playas más hermosas del mundo.
 
Para hacerse una idea real de las riquezas naturales que la región de Nelson tiene para ofrecer, haga su mochila para un día y póngase en marcha para recorrer un tramo de la ruta costera Abel Tasman. Aunque la ruta completa tiene 51 kilómetros de hermosa línea costera, complementada con la vegetación nativa del Parque Nacional Abel Tasman, no tiene que recorrerla toda de una sola vez. De hecho, es bien fácil recorrer tramos más pequeños de la ruta, gracias a los servicios de recogida y transporte ofrecidos por las compañías de taxis acuáticos locales. Si tiene tiempo de caminar la ruta completa, le recomendamos ampliamente hacerlo. La jornada completa le llevará entre 3 y 5 días, cada una de ellas le llevará a una nueva playa recóndita o a una espectacular vista costera. Y sea que tome la experiencia completa o solo una probadita, cualquier momento que pase en el recorrido costero Abel Tasman serán recuerdos que nunca va a querer olvidar.
 
Para aquellos que piensan que el esfuerzo es algo que hay que evitar a toda costa mientras se está de vacaciones, Nelson tiene algo para ellos. Si no se siente atraído por la idea se ser llevado a algunas de las bodegas de vinos más prestigiosas de la región, para catar algunos añejos en un entorno casual y relajado mientras los vinicultores y los guías del recorrido le enseñan cosas fascinantes... entonces no se qué es lo que podría atraerle. Asegúrese que su recorrido incluya la Seifried Estate Winery - su riesling ‘Sweet Agnes’, ganador de numerosas medallas de oro, es un regalo dulce muy diferente a cualquier otro que haya bebido.
 
Y si lo que quiere son playas, hay un verdadero tesoro escondido para usted: Golden Bay, o la Bahía Dorada, es un punto vacacional preferido por los habitantes de Nelson, e incluso con una corta visita usted entenderá el porqué. La bahía hace honor a su nombre con sus largas playas de limpia arena dorada y un clima que es incluso mejor que el de Nelson. Le tomará un poco menos de dos horas llegar a Golden Bay desde Nelson, pero vale cada minuto. También puede combinar su viaje a Golden Bay con una caminata en Abel Tasman, ¡pues este colinda con la entrada norte de la ruta!
 
Aunque este itinerario va de sur a norte, también es posible reservar una camioneta camper de alquiler en Nelson y comenzar desde aquí. Esta es una opción especialmente buena si usted está comenzando su visita a Nueva Zelanda en la Isla Norte. Cualquiera que sea la opción que decida tomar, el trayecto entre Queenstown y Nelson es, sin duda alguna, una de las rutas carreteras más espectaculares de todo el mundo.