De Queenstown a Greymouth: una probada del paraíso

No hay forma de esconder la belleza natural de Nueva Zelanda, sin importar el medio en el que se viaje. Sin embargo, aquellos que deseen experimentar el verdadero rostro de este país (un privilegio que pocos han tenido), harían bien en seguir el consejo de los vacacionistas locales quienes, año tras año, se lanzan a la carretera en sus camionetas camper, fijando su rumbo hacia la aventura o la relajación. Una camioneta camper de alquiler le brindará la libertad de ver tanto las principales atracciones turísticas de Nueva Zelanda así como esas pequeñas joyas especiales que otros podrían perderse a lo largo del camino.
 
Queenstown
Si hay un lugar que encierra todo el esplendor y majestuosidad de la Isla Sur en un increíble paquete, es Queenstown. Mire hacia un lado y se enfrentará a una hermosa y salvaje cordillera montañosa, llamada oportunamente The Remarkables, o Los Notables. Mira hacia el otro y contemplará la extensión azul del Lago Wakatipu. Después, por supuesto, existe un enorme rango de actividades de aventura, desde salto en paracaídas hasta puentismo y parapente, sin mencionar las magníficas pistas de esquí como Cardrona y Coronet Peak, abiertas durante los meses más fríos. Es también el lugar perfecto para comenzar su viaje por carretera: el reservar una camioneta camper de alquiler en Queenstown pondrá a sus pies a toda la mitad de la Isla Sur.
 
Como probablemente ya lo ha notado, Queenstown no obtuvo el título de Capital Mundial de la Aventura por nada. Sea usted un experimentado buscador de emociones a la caza de su próxima emoción o tan solo alguien que quisiera tocar con la punta de sus dedos el reino de la aventura, Queenstown tiene algo para usted. Una de las actividades de aventura más representativas en esta ciudad es el puentismo, o bungee jumping. Existen algunas oportunidades de puentismo en el área, pero hay dos que sobresalen. The Ledge es uno de los pocos lugares en Nueva Zelanda en donde puede experimentar la emoción de un salto de noche. Sumérjase en la oscuridad con tan solo una cuerda que lo ata a la seguridad: no se puede negar que esta es un tipo de emoción y adrenalina especial. Si prefiere gozar de las impresionantes vistas mientras cae, entonces Nevis Bungy es su siguiente mejor opción. Este es el lugar para puentismo más alto del país, lo que brinda a los adictos a la adrenalina más de ocho segundos de caída libre. Podría no parecer mucho, pero intente contarlos en su cabeza: después recuerde que estará cayendo todo ese tiempo. La altura extra de hecho permite poder disfrutar de los alrededores mientras cae en picada. Esto es lo más cercano a una caída libre de lo que la mayoría de nosotros experimentaremos y no se puede negar que es magnífico. Por supuesto, si esto no es lo suficientemente alto para usted, el salto con paracaídas es siempre una opción popular: el paisaje alrededor de Queenstown convierte el descenso de varios miles de pies en un verdadero gozo. Incluso para aquellos que prefieren permanecer tan cerca al nivel del mar como sea posible, Queenstown tiene mucho qué ofrecer. Descenso en ríos de agua blanca, botes jet, surf en el río... Las oportunidades infinitas que hacen latir rápidamente a su corazón deleitarán y sorprenderán a cualquiera que tenga el más mínimo asomo de aventura.
 
Si ha traído a los niños con usted, estará complacido de saber que hay muchas atracciones en Queenstown para mantenerlos entretenidos y ocupados por un sinfín de días. Un lugar especial para los más jóvenes (y para los amantes de la naturaleza de cualquier edad) seguramente será el Kiwi Birdlife Park. Una visita al parque le brinda la rara oportunidad para ver de cerca a la huraña ave nacional de Nueva Zelanda. Los kiwi son aves nocturnas, pero no hay necesidad de esperar hasta el anochecer para captar un destello de estas intrigantes criaturas: las casas nocturnas especialmente construidas le da a los visitantes la oportunidad de ver a las aves kiwi en su vida normal, sin darse cuenta de los humanos al otro lado del vidrio. Asegúrese de preguntar sobre los horarios de alimentación, ya que este es un momento favorito entre los más pequeños. Las aves kiwi no son, ni por asomo, las únicas criaturas dentro del parque. Encontrará docenas de especies de aves nativas, así como la tatuara: un reptil extremadamente raro que ha vivido en los bosques de Nueva Zelanda desde antes que el país se separara de Gondwana. Si está en busca de algo un poco más de actividad para que los niños se refresquen, Alpine Aqualand en el Centro de Eventos de Queenstown es una buena opción. El domingo en particular es un muy buen día para visitarlo, ya que encontrará actividades especiales y un campo de obstáculos inflables entre el mediodía y las 4 pm.
 
Si lo único que desea durante su estancia en Queenstown es relajarse y socializar en una de las ciudades más perfectas del planeta, entonces corre con suerte. En parte gracias al gran volumen de visitantes internacionales que fluyen constantemente a través de Queenstown, los bares y restaurantes aquí son de los mejores: hay una amplia gama de estilos y ambientes diferentes también, así que todos pueden encontrar un lugar favorito. Ya sea que se encuentre a la caza de la alta cocina de clase mundial, o tan solo una hamburguesa que le haga olvidar la palabra vegetariano, lo encontrará aquí en Queenstown. Algunos nombres que debería buscar cuando se trata de experiencias culinarias de calidad incluyen Botswana Butchery, Fergburger y Pier 19. Para vistas inigualables mientras disfruta de la comida, Skyline Queenstown es un corto viaje en góndola cuesta arriba del Bob's Peak: esta es una visita obligada tan solo por el escenario.
 
Incluso si está a la caza de destinos nocturnos, Queenstown no lo decepcionará. Si nunca antes ha visitado un bar de hielo (en verdad es lo que dice su nombre: un bar tallado del hielo) esta es una novedad que no puede perderse. Quienes está en búsqueda de unos tragos de primera y una atmósfera relajada encontrarán muchos lugares sencillos en los cuales conocer a nuevos amigos y disfrutar de bebidas artesanales. Los locos por la fiesta también tienen su lugar aquí, con una gama de clubes nocturnos en los cuales bailar toda la noche, rodeados de gente de todo el mundo.
 
Hay mucho que ver y hacer en los alrededores de Queenstown y podría ser tentador quedarse aquí de forma indefinida, pero no olvide que apenas ha comenzado a descubrir lo maravillosa que puede ser la Isla Sur. Antes de que se de cuenta, será momento de tomar su camioneta camper de alquiler desde el aeropuerto de Queenstown y dirigirse hacia la hermosa parada siguiente.
 
Wanaka
A tan solo un poco más de una hora de Queenstown se encontrará con otro lugar que, de muchas formas, imita la belleza natural de Queenstown. Wanaka es otro pueblo pintoresco a las orillas de un lago límpido, y aunque no puede igualar la reputación de Queenstown como la Capital Mundial de la Aventura, en verdad se acerca bastante. Una de las actividades más populares por hacer en Wanaka es esquiar, lo que no es ninguna sorpresa dada su cercanía tanto con Treble Cone como con el Cardrona Alpine Resort. Estas pistas de esquí de renombre internacional se encuentran cada una a una distancia de 35 minutos desde Wanaka, lo que facilita que los esquiadores lleguen ahí temprano y que regresen rápidamente al pueblo al final del día para la tan necesaria relajación tras un pesado día en las pendientes.
 
Si está en la búsqueda de una experiencia que no pueda encontrar en ningún otro lugar, intente visitar Stuart Landsborough’s Puzzling World. A los niños les encantará el fascinante arreglo de extrañas ilusiones ópticas y los acertijos mentales, pero no son solo los niños quienes apreciarán este lugar único. Sin importar su edad, existe todavía algo fascinante acerca del hecho de no poder confiar lo que ven sus ojos.
 
Incluso si no es un gran aficionado a las películas, el poder ver una en el Cinema Paradiso es una parte vital de cualquier visita a Wanaka. Aquellos que acudan a este estrafalario cine podrán acomodarse en un reclinable, sentarse en un coche antiguo o dejarse caer en un sofá para disfrutar de la presentación. Pero los asientos cómodos y eclécticos no son lo único que distingue a este lugar. Cinema Paradiso también ofrece un intermedio en cada película, lo que le brinda la oportunidad de comprar algo de helado o incluso galletas recién horneadas para disfrutar durante la segunda mitad.
 
Por supuesto, si piensa pasar su tiempo en Wanaka de una forma más activa, hay más que solo esquí para mantenerlo ocupado. Los visitantes a Wanaka pueden comenzar de inmediato con el senderismo, la bicicleta de montaña así como volar cometas, por nombrar algunas actividades: este pueblo es una puerta de entrada a una multitud de oportunidades de aventuras, ¡así que tómese su tiempo para explorar las opciones!
 
Por más hermoso que sea este paisaje visto de cerca, no hay nada que se compare con la impactante grandeza de verlo desde arriba. Para apreciar realmente este trozo de Nueva Zelanda, tome un vuelo escénico en helicóptero a disfrute de una nueva perspectiva. Aspiring Helicopters tiene una base a tan solo 20 minutos de Wanaka, en una estación para ganado, ovejas y venados completamente funcional, y ofrece una flotilla de modernos helicópteros que lo elevarán sobre muchos lugares magníficos, incluyendo el Monte Aspiring, Milford Sound y Aoraki (Monte Cook).
 
En su camino fuera del pueblo conducirá a lo largo de la orilla de dos impresionantes cuerpos de agua: primero, el Lago Hawea, y después la porción superior del Lago Wanaka. Una vez que deje atrás el Lago Wanaka hay tan solo unos kilómetros antes de que se sumerja en el Parque Nacional Monte Aspiring, un paisaje asombroso de montañas elevadas y valles profundos con ríos esculpidos por antiguos glaciares. Permítase el tiempo suficiente para detenerse y respirar el aire fresco y muchas oportunidades para fotografiar. Es tentador detenerse a cada rato, ya que cada nuevo paisaje presenta una nueva faceta de la majestuosidad del parque, pero si logra controlarse a si mismo no pasará mucho tiempo antes de que salga del Parque Nacional Monte Aspiring para encontrarse con que ha llegado a Haast.

Podría pensar que después de los tesoros escénicos de Queenstown y Wanaka, no hay mucho más que la Isla Sur pueda ofrecerle,  pero estaría muy equivocado. Si bien los lugares que ha dejado atrás son sorprendentes y lo han dejado con la boca abierta, usted está a punto de dirigirse hacia algunas de las maravillas más únicas en toda Nueva Zelanda.
 
Haast
A pesar de que Haast no tiene una especialidad en actividades de aventura, es en sus ambientes naturales intactos en donde reside la magia del lugar. Incluso la UNESCO está de acuerdo: Gates of Haast, o Puertas de Haast, al área alrededor del municipio, ha sido clasificada como un área Patrimonio de la Humanidad. ¿Qué significa esto para usted? Significa que una visita a Haast es la oportunidad perfecta para ver algunas de las criaturas más raras y buscadas de Nueva Zelanda. Los recorridos guiados en la naturaleza con sede en Haast pueden llevarlo a un encuentro cercano con animales como los leones marinos, los pequeños pingüinos azules y los delfines de Héctor. Si tiene suerte, incluso podría captar un destello de uno de los pingüinos más raros del mundo: el pingüino de Fiorland.
 
El camino desde Haast
Una vez que haya explorado las Puertas de Haast hasta quedar satisfecho, es hora de comenzar a conducir por la Costa Oeste de Nueva Zelanda, de la que puede decirse que es la costa más bella de la nación. A 20 minutos de la Autopista Haast, descubrirá a su izquierda el puesto de observación Knights Point Lookout. Vale la pena pasar ahí por lo menos unos cuantos minutos, ya que será la última oportunidad de ver el mar por los siguientes 50 kilómetros. Adelante de usted se encuentra una desviación hacia el interior, pero no se preocupe: estará cambiando las vistas del mar por uno de los secretos mejor guardados de Nueva Zelanda. A menos de 10 minutos por carretera desde el Knights Point Lookout pasará al lado del Lago Moeraki. La mayoría de los turistas pasarían por Moeraki sin detenerse, pero se estarían perdiendo de algo verdaderamente especial. Intente estar en el lago temprano por la mañana o al final de la tarde y tendrá una buena oportunidad de divisar al increíblemente rato pingüino de Fiorland. En ningún otro lugar del mundo tendrá mayores oportunidades de ver a estas criaturas en su estado salvaje, así que asegúrese de tomarse algunos minutos para experimentar algo en verdad único.
 
Glaciar Fox
Continuando por la Autopista Estatal 6 por cerca de una hora le llevará al Glaciar Fox, el gemelo del Franz Josef. La mayoría de las personas solo visitan uno de los dos gigantes bloques de hielo, pero Fox tiene mucho que ofrecerle si está interesado en este. El Glaciar Fox tiene a tener menos aglomeraciones que Franz Josef y es de hecho el más grande de los dos glaciares: los visitantes a menudo comentan sobre la atmósfera relajada y despreocupada que se siente en Fox. Es también menos empinado que el Franz Josef, lo que hace que la caminada cuesta arriba del glaciar sea menos exigente, y es el único glaciar en la costa oeste de Nueva Zelanda que ofrece vistas tanto al Aoraki (Monte Cook) y el Monte Tasman. Pero no se acostumbre mucho a Fox, ya que a apenas media hora de la carretera está su siguiente destino:  el Glaciar Franz Josef.
 
Glaciar Franz Josef
Ha llegado al final de su viaje, pero su aventura aún no termina. El Glaciar Franz Josef es una de las atracciones turísticas más populares en la costa oeste, y atrae a cerca de 250,000 personas cada año... por buenas razones. Podrá estar un poco empinado, pero no se puede negar que una experiencia en el glaciar Franz Josef es única en su tipo.
 
A pesar de que es posible subir al glaciar, no puede subir sobre el glaciar en si ya que el inestable hielo en la cara del Franz Josef lo hace muy peligroso. Si desea caminar a la orilla del Franz Josef necesitará tomar un corto paseo en helicóptero hasta llegar al hielo. No es obligatorio el recorrido guiado, pero sí es muy recomendado: el recorrido no lo llevará tan solo alrededor del glaciar sino hasta las complicadas cavernas de hielo azul que han sido creadas tras muchos años de cambios en el glaciar. Además, quienes tomen el recorrido podrán calentarse al final de su helada aventura con un baño en las piscinas termales locales, ubicadas en medio del bosque pluvial nativo ¡sin costo extra!
 
Si el corto paseo en helicóptero hasta la superficie del Franz Josef lo ha dejado con ganas de más de lo mismo, hay de hecho un vuelo más largo en helicóptero que se eleva sobre ambos glaciares en lugar de solo uno de ellos. Esta es la oportunidad perfecta para aquellos dispuestos a pagar un poco más para un deleite escénico sorprendente.
 
A pesar de que Franz Josef, Nueva Zelanda es su parada obligada en este itinerario, muchos deciden dirigirse más adelanta hacia la costa oeste hasta Westport y después tierra adentro hasta Nelson: otros se dirigen al norte y después cortan hacia Arthur's Pass, o el Paso de Arturo, para terminar en Christchurch. Pero sin importar a donde lo lleve su viaje, siempre habrá más para que usted descubre al regresar: no pasará mucho tiempo antes de que vuelva una vez más después de esta probadita de lo que la Isla Sur tiene para usted. 

El viaje desde Queenstown hasta Greymouth tiene muchos momentos de espectáculos pintorescos, pero sin duda una visita al Glaciar Franz Josef estará a la cabeza de todos estos. Pero tus experiencias maravillosas no terminarán en el glaciar:  la parte final de tu viaje te llevará a lo largo de las rutas costeras más hermosas del planeta: la sección norte de la Costa Oeste de la Autopista Estatal 6.
 
Glaciar Franz Josef
Ha llegado al final de su viaje, pero su aventura aún no termina. El Glaciar Franz Josef es una de las atracciones turísticas más populares en la costa oeste, y atrae a cerca de 250,000 personas cada año... por buenas razones. Podrá estar un poco empinado, pero no se puede negar que una experiencia en el glaciar Franz Josef es única en su tipo.
 
A pesar de que es posible subir al glaciar, no puede subir sobre el glaciar en si ya que el inestable hielo en la cara del Franz Josef lo hace muy peligroso. Si desea caminar a la orilla del Franz Josef necesitará tomar un corto paseo en helicóptero hasta llegar al hielo. No es obligatorio el recorrido guiado, pero sí es muy recomendado: el recorrido no lo llevará tan solo alrededor del glaciar sino hasta las complicadas cavernas de hielo azul que han sido creadas tras muchos años de cambios en el glaciar. Además, quienes tomen el recorrido podrán calentarse al final de su helada aventura con un baño en las piscinas termales locales, ubicadas en medio del bosque pluvial nativo ¡sin costo extra!
 
Si el corto paseo en helicóptero hasta la superficie del Franz Josef lo ha dejado con ganas de más de lo mismo, hay de hecho un vuelo más largo en helicóptero que se eleva sobre ambos glaciares en lugar de solo uno de ellos. Esta es la oportunidad perfecta para aquellos dispuestos a pagar un poco más para un deleite escénico sorprendente.
 
El camino a Hokitika
El viaje desde Franz Josef a Hokitika toma normalmente menos de dos horas si conduce sin detenerse, pero a lo largo del camino existen un par de lugares que pueden invitarle a parar. Whataroa sirve como punto de arranque para una visita al único sitio en Nueva Zelanda donde anida la garceta grande oriental. El sitio en sí está metido al fondo de la Reserva Natural Waitangiroto, accesible solo en bote. El poder admirar a la garceta grande oriental mientras anida es algo poco frecuente y de seguro será una parada memorable en su viaje. Más allá por el camino a Ross tendrá la oportunidad de estirar las piernas en una pasarela peatonal en donde pasará por las reliquias de la fiebre del oro de Nueva Zelanda.
 
Hokitika
Creado por el descubrimiento del oro en la costa oeste durante la década de 1860, Hokitika se ha transformado de ser un centro de la fiebre del oro para ser un lugar de ecoturismo y talla de jade. Si se dirige a Hokitika durante marzo, existe una razón todavía mejor para detenerse por un rato.
 
El Wildfoods Festival de Hokitika es un evento anual que celebra la deliciosa gastronomía que se ha creado justo aquí, en la "propia tierra de Dios". Mariscos sacados del mar cercano, carne de venado y cerdo cazados en los arbustos del país, gusanos de Nueva Zelanda obtenidos de los árboles caídos: este es el lugar perfecto para probar algo nuevo o degustar un nuevo giro en tus platillos favoritos. No es solo la oferta de comida que tiene Nueva Zelanda: en el Wildfoods Festival de Hokitika existe una oferta fascinante y bizarra de platillos de todo el mundo. En otras ediciones del festival se han incluido escorpiones y chapulines, pero cada año se pueden saborear nuevos y exóticos platillos.
 
Si prefiere admirar a los insectos en lugar de masticarlos, vale la pena visitar Glowworm Dell (o el Valle de las Luciérnagas). Una vez que caiga el sol diríjase al norte del pueblo y justo a un lado de la carretera principal encontrará el camino para llegar al valle. Es muy sencillo llegar, pero lleve consigo una linterna para poderse guiar en el sendero: ¡asegúrese de apagarla cuando llegue a su destino! Esta es la aventura perfecta para los niños pequeños: pueden quedarse despiertos un poco más tarde de lo normal y sentir la aventura mientras son testigos de la luminosa belleza de Glowworm Dell.
 
Greymouth
A tan solo un poco más de media hora de Hokitika se topará con su destino final. Greymouth es la ciudad más grande en la región de la Costa Oeste, y no es un mal lugar para relajarse si es lo que busca para el final de su viaje. Una manera genial de disfrutar de la refrescante brisa marina y de acercarse a la bellísima costa occidental de la Isla Sur es con un paseo por el Mawhera Quay hasta el rompeolas y Blaketown Beach.
Pero si su idea de relajación implica tomarse una o dos bebidas frías, quizás quiera visitar el hogar original de la Monteith’s Brewing Company, una de las fábricas de cerveza más queridas de Nueva Zelanda. A pesar de que la cerveza Monteith’s se produce ahora en otras partes del país, todavía puede tomar un recorrido de la fábrica de cerveza original renovada, acompañado, por supuesto, de generosas muestras de cerveza Monteith’s. ¡No olvide tener un conductor designado!
 
El itinerario termina en Greymouth, pero eso no significa que su viaje tenga que detenerse aquí. Muchos decidirán continuar por la Autopista Estatal 6 hasta el sol y los viñedos de Nelson, mientras que otros podrían optar por dirigirse por Arthur's Pass a Christchurch y la costa este. Sin importar lo que decida hacer, es poco probable que algún día pueda olvidar el sabor del paraíso de la Isla Sur.